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El sexo oral, el preservativo, el cáncer y la promiscuidad

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Hace unas semanas discutía con unos amigos anormosexuales homosexuales y otros normosexuales sobre el empeño del Vaticano en negarse a ponerse del lado de los que defienden el uso del preservativo en África. Uno de los normosexuales se mostró especialmente indignado por tal empecinamiento, porque según su superficial criterio, estaba demostrado que el uso del condón previene el contagio del SIDA y otras enfermedades de transmisión sexual (ETS) como el VPH, el temible virus del papiloma humano causante de todos y cada uno de los casos de cáncer de cuello de útero.

¡Claro! -argumenté yo-, eso si se usara.



El problema de las ETS en países subdesarrollados no está originado por la ausencia de uso de tal profiláctica medida de prevención, sino en el comportamiento primitivo, animal, de la población masculina, que viola a sus anchas, fornica cuando y con quien le apetece, incluyendo a menores. Y esta es la lacra que pretende eliminar la Iglesia Católica, la peste de la animalidad humana, esa promiscuidad incontrolada responsable única de la difusión de las ETS. Póngase usted a recomendar y regalar a esos salvajes toneladas de condones y obtendrá el mismo resultado que si regalase gafas de bucear a los esquimales, ninguno. Un salvaje incapaz de controlar sus impulsos primarios no piensa en el daño que puede hacer su conducta depravada, y menos va a ser capaz de detener su frenesí criminal para buscar, extraer del envoltorio y ponerse un condón... dando tiempo a su víctima a gritar, defenderse o huir, y él a perder la excitación.



Del mismo modo que el salvaje va diseminando su enfermedad entre sus víctimas o voluntarias compañeras de coito, el occidental supuestamente educado y civilizado -aunque dé muestras de parecerse más al animal humano que a la persona humana- pero promiscuo, es un vehículo en el que viaja y se disemina el destructivo material, hacia los genitales femeninos, aparatos excretores y ahora, tal y como señala este artículo que hace referencia a otro del British Medical Journal, a la cavidad bucal, disparando los casos de cáncer de garganta.


Mientras tanto, políticastros sin moral y multinacionales farmacéuticas seguirán haciendo el agosto, una vez descubierta su estratagema para forzarnos a todos a vacunarnos contra la irrelevante Gripe A, induciendo a las mentes perturbadas por una falsa idea de la libertad a buscar soluciones que no resuelven el problema, vacunas para hombres -una vez fracasada también la estrategia de la vacunación femenina del VPH- que no se dirigen a las causas, sino que buscan únicamente atacar las consecuencias. Algo que para cualquiera que tenga un mínimo de cerebro pensante, no constituye la solución al problema.


Tristemente, tendremos que continuar soportando que una cohorte de irresponsables e imbéciles hagan inteligentes bromas (ja,ja,ja,ja), ajenos a la realidad, con la vida y la muerte de los demás.


 


EL VIRUS DEL PAPILOMA HUMANO (VPH) TIENE VACUNA.

Pues sí, hoy voy a hablaros como enfermera que trabaja actualmente en el campo de la Salud Pública. Nos olvidaremos por un momento de la Cienorgasmología y nos centraremos en algo tan importante y tan actual como el VPH o Virus del Papiloma Humano, enfermedad también conocida como “verrugas genitales”. 

Y este post va para todos, no sólo para las mujeres, sin duda las más interesadas, porque supongo que por aquí habrá lectores con hijas en edad de vacunación con el ya conocido Gardasil, la vacuna contra este virus. Y lo hago avisando de que no todos estaréis de acuerdo conmigo, ni mucho menos. Yo os contaré cosas que sé y vivo en primera persona, lo que penséis o hagáis es cosa vuestra. 

Bien, esto no puede ser más a propósito ¿verdad? No sé hasta qué punto conocen nuestros lectores de qué va el tema, pero básicamente lo que tenéis que saber está aquí, donde tenéis un documento bastante claro y completo de lo que es la vacuna contra el VPH. 



En Asturias se ha empezado a vacunar el pasado mes de Septiembre a todas las niñas de 14 a 26 años, pero ya antes de eso me ha tocado vacunar a chicas mayores de esa edad, incluso me lo he planteado yo, porque me salgo de ese rango por poco, tengo 27. Y eso que el Gardasil aquí no entra por la Seguridad Social… 

Tenía compañeros/as que la recomendaban a todas las mujeres, salvo embarazadas, lo cual tampoco me parecía algo sensato, porque toda vacuna tiene su protocolo y los calendarios vacunales están para algo, no para hacer cada uno lo que le dé la gana… con lo cual lo que hice para salir de dudas fue preguntar a mi ginecóloga habitual acerca de lo que estaba recomendando ella a sus pacientes, si vacunarse o no. Y la respuesta fue un rotundo ¡¡NO!! 

O sea, que entre los propios profesionales hay diferencias de criterio, lo que no me sorprendió tras la lectura del estudio de la Sociedad Española de Ginecología, de donde había deducido que no está claramente demostrado que proteja a las mujeres fuera del rango de edad establecido, que es el de la pubertad-adolescencia, ya que ése es el período en el que las niñas se desarrollan para convertirse físicamente en adultas. Esa etapa es precisamente la que nos hace más susceptibles al VPH, porque es cuando nuestro cuerpo está madurando y se prepara física y hormonalmente para tener hijos, claro, con tres años no pasan estas cosas. 

Por aquello de que tienen más riesgo aquellas que hayan perdido la virginidad antes de los 18 años (por cuestiones puramente físicas, no sexuales, os lo prometo) y aquellas que usen anticonceptivos hormonales, entre otros factores (os sorprendería saber la gran relación que existe entre el VPH y el tabaco) De todas formas, el propósito de este post es que se sepa en alguna parte que ha habido, hay y habrá sectores muy críticos con la vacunación dentro de la propia Salud Pública, por lo menos en Asturias, como Carlos Ponte, conocido en mi ámbito por sus opiniones más que sensatas, o éste otro artículo tan interesante que he encontrado recientemente… pero más que nada porque al parecer no está demostrado que a largo plazo tenga los efectos protectores que sus propagandistas han señalado. 

Lo que sí que está demostrado es que protege de algunos de los tipos de VPH a corto y medio plazo, lo cual es un avance igualmente… 

La vacuna es cara, no entra por la Seguridad Social, y son 3 dosis. Para vacunar a las niñas nuestro querido SESPA (Servicio de Salud del Principado de Asturias) sólo compra el número justo de vacunas, o sea, cada Gardasil va asignado a una niña, y ni una más. 

Y los ginecólogos no dejan de insistir en las medidas de prevención habituales, como el uso del preservativo, y las revisiones con el ginecólogo correspondientes, con una prueba tan sencilla como el Papanicolau, una biopsia vaginal que es fundamental para la prevención y el tratamiento de nuestras enfermedades “íntimas”. 

Casi casi lo consideran más importante que la propia vacuna, porque lo más fácil es que por estar vacunadas las mujeres piensen que se libran de los programas de prevención del cáncer de útero y cérvix y de la mujer adulta en general ¿verdad?. 

¡¡PUES NO!! 

¡Ah! Y por cierto, yo concretamente no me he vacunado porque, según me han explicado que, a mi edad, la relación coste-beneficio de la vacuna no la hace recomendable, mientras que si continúo con los programas de prevención habituales tendré garantizada la prevención de por vida. 

En fin, Mary White y resto de lectoras, espero que este post haya sido de vuestro agrado, aunque quizá no sea exactamente lo que esperabais. Si quedan dudas sin aclarar veremos si a base de comentarios las solucionamos. 

Un saludo a todos.