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Capítulo 2 - Atrapar la Mente de tu Mujer: El toque manual



Sé pianista. Aprende a tocar las notas adecuadas.


He estado viendo en la tele al “Encantador de animales”. Es un tipo excepcional del que se puede aprender mucho sobre cómo educar a las personas. Aunque te parezca una burrada esta afirmación, así aprendemos gran parte de lo que sabemos y hacemos. El ser humano se distingue del resto de animales porque es capaz de desarrollar respuestas mucho más complejas a problemas mucho más complejos, intercalando entre estímulo y respuesta su mente, sus conocimientos y experiencias complejos.

Pero en las respuestas simples, como la mayoría de las que se desarrollan en la actividad sexual, no hay necesidad ni tiempo para procesos cerebrales elaborados. Ahí es donde tienes que poner la atención, en generar estímulos que “paren” sus respuestas automáticas como hace César con los chuchos mientras provocan otras nuevas y más eficientes. De paso vas a optimizar también las tuyas, con lo que dominarás tu excitación y tu orgasmo, serás dueño de tu placer y podrás prolongar los encuentros sexuales días enteros.



Atiende entonces. Si cuando estáis echando un polvito dejas el control de la mente de tu mujer en sus manos, repetirá los erróneos esquemas simples aprendidos, entrenados a base de repetición como los perros de Pavlov o los maleducados chuchos que llevan al centro de psicología canina César, se hará dueña de la situación y te llevará ella a ti por donde le interesa, con lo que el círculo vicioso se mantiene y refuerza. No lo hace con intención negativa, por supuesto, simplemente le sale así. Es una reacción. Así que ahora toca instaurarle reacciones más eficientes para generar un círculo virtuoso.

El primer paso para administrar adecuadamente el toque, como ya sabes, consiste en adoptar la posición cienorgásana para ganar movilidad y, sobre todo, evitar que caigas sobre ella. Obviamente, si estás recostado sobre ella no puedes usar tus manos con libertad. Formando ambos un ángulo aproximadamente recto con ella tumbada, tú puedes disponer libremente de ellas para hacer los toques que necesitas con el objeto de dominar su mente y con ello sus ritmos. Lo más normal es que ella quiera que te acuestes sobre ella, le gusta sentir tu peso, pero si cedes, has caído en la trampa; te ha cortado las manos. No cedas. Eres tú, como César con los chuchos, quien domina, que para eso eres el dador de placer y ahora su terapeuta sexual.

Si te dejas dominar ella se masculiniza y pierde posibilidades de obtener orgasmos femeninos, te conviertes en macho sumiso y tu papel pierde fuerza, te descafeínas, te feminizas, y pierdes eficiencia sexual. Ella sigue con sus respuestas condicionadas. Ya llegará el momento de “soltarse” un poco y que todo vaya fluyendo automáticamente; pero por el momento, vamos a cortar sus respuestas condicionadas por aprendizajes previos ineficientes.

Fíjate que César no “coge” a los perros cuando quiere dominarlos, sino que los “muerde” colocando su mano como si sus dedos fuesen colmillos. Es muy inteligente, porque no hace lo que él quiere, sino lo que el perro entiende. Tú quieres acariciar como a ti te proporciona más excitación. Tu mujer espera que la acaricies como a ella le gusta, está condicionada para experimentar respuestas de placer cuando se lo haces así. Pero, atención, el objetivo no es que tú te excites o que ella disfrute de las caricias, sino que tus caricias, tus toques, le lleven por donde tú quieres.

Ya tienes un primer estímulo que atrapará parte de su mente, tu nueva postura cienorgásana; es una novedad, y como tal le sorprenderá. Ahora “toca” diferente. Mira diferente. Aprovecha el momento porque ya hay bastantes novedades y estará sorprendida. Siente cuando tocas, siente lo que ella siente cuando tocas, aprovecha la distracción para hacer un empujón más lento y profundo, o más superficial, o uno que empuje todo su cuerpo con tu pelvis... y luego otro diferente, y otro...

Toca con tu dedo pulgar en las costillas flotantes, mírala, sigue sorprendida, -¿Qué me haces? -pensará. Cambia la penetración, hazla semicircular, por ejemplo; puedes hacerlo estando en vajrasana. Y observa y siente lo que ella está sintiendo. Si notas que vuelve a dispersarse, toca otra vez en otra parte, su cintura, por ejemplo. Y muévete diferente.

Ahora pon, por ejemplo, la palma de tu mano sobre su esternón, entre sus pechos, pero no de cualquier manera, sino sintiendo cada centímetro cuadrado que vas apoyando y la presión que estás generando, mientras te retiras rápidamente hasta dejar sólo la punta de tu cola dentro. Puedes apoyar la otra mano sobre la cama. Espera un instante. Mírala. ¿Te sigue? Bien, estás en la buena dirección. ¿No? Prueba otro toque. Sé natural y auténtico, no teatralices. Si finges, ella lo siente, le resulta desagradable y su mente se engancha en lo negativo.

Imagina que cuando tocas le transmites energía placentera, no seas un robot, espira cuando tocas, acompasa la espiración con el toque y el empuje. Pon intención en cada milímetro de movimiento y mililitro de espiración. Si se dispersa, cambia de movimiento y de toque. Di algo, no charles. Si charlas su mente se pira a la charla. No le preguntes; afirma. Ya sabes lo que puedes decirle, que es tu mujer, pero no te atasques en clichés guarros o ñoños, varía, siente lo que tu toque verbal masculino le produce y si consigues que sienta lo que quieres que sienta.

Cuéntame cómo van tus progresos. En la próxima entrega voy a hacer un listado de toques para que tengas más recursos.



Capítulo 3 - Atrapar la Mente de tu Mujer: Los toques




Toca, mira, di, muévete.
Hazlo con intención.

Repasemos la lista de toques, no sin antes recordar que son más cosquilla que caricia, pues su objetivo es romper una dinámica mental no apropiada de tu mujer y capturar su mente para llevarla por donde sientes que le acerca más al mayor placer en cada instante

Deben ser cosas raras, porque si haces lo habitual no encontrarás la respuesta que buscas en ella, sino la de siempre. Y breves y cuidadosos. Pero no es necesario que prescindas totalmente de lo habitual, sino que lo uses en principio de forma secundaria. 

Céntrate ahora en los toques. Estos son sólo ejemplos ilustrativos que yo uso, pero puedes hacer tus propios toques si te funcionan. Pon intención, si tú no sientes lo que estás haciendo, ella tampoco; si lo sientes, se sintonizará con lo que tú sientes.



Toques físicos con intención: (puedes hacerlo con una sola mano o ambas, pero preferentemente una, no hay que hacerlos todos en una sesión, sólo los necesarios)

· Yema del dedo pulgar sobre las costillas (hacia el costado) o el abdomen.

· Tirón de la piel del abdomen.

· Presión de un pezón entre las falanges más próximas a la palma de la mano de dos dedos, con la mano en supinación (palma arriba).

· Pellizco en el costado o en el abdomen.

· Todo el pulgar contorneando la última costilla flotante.

· Apoyo de cada dedo uno tras otro como si tamborilearas sobre una superficie para hacer “música”.

· Uno o ambos índices en los costados de su abdomen como para hacerle cosquillas.

· Apoya todo el pulgar en su ingle.

· Haz un toque con una mano y otro diferente con la otra (no es tan difícil como parece al leerlo) a la vez o casi a la vez.

· Tirón del vello púbico.

· Arañazo.

· Etc.


Toques visuales y gestuales con intención:

· Mírala a los ojos un momento mientras haces el toque, el movimiento atrapamentes o inmediatamente después, y piensa: “Lo has sentido” o “Bien” (No lo dudes, mira con seguridad. Si fallas, sonríe con picardía masculina y haz otra cosa con más seguridad).

· Guíñale un ojo y sonríe levemente como si le preguntaras: “¿Lo sientes, verdad?” Observa un instante su reacción y haz otro movimiento mientas piensas: “Pues toma más placer”.

· Mírala a los ojos con cierta picardía masculina y suspense entornando los ojos y dirige lenta y conscientemente tu mirada al lugar en el que vas a hacer el toque.

· Etc.


Toques verbales con intención: (Nada de charletas)

· Bien (Si sientes que te sigue)

· Toma (Para que te siga)

· Toma más (Si sientes que te sigue)

· Mmmmm (En ambos casos)

· Uaaaa (En ambos casos)

· Disfruta (En ambos casos)

· ¿Qué? (Si sientes que te sigue)

· Te gusta (No preguntando, sino afirmando, si sientes que te sigue)

· Shhhhh (En ambos casos)

· Etc.


¿Cómo aplicarlos?

No entres a lo loco ni de cualquier manera en el cuerpo de tu mujer, si empiezas mal, crearás una predisposición negativa en su mente. Sé consciente tú para que ella sea consciente de la penetración (la dichosa empatía). Puedes hacer un toque simple o combinado antes de entrar en ella. Sigue moviéndote muy pendiente de ella. Si se distrae o no responde a cada uno de tus movimientos, toca y observa un breve instante. ¿Atrapaste su mente por un instante? ¿Rompiste la monotonía de su ritmo? Aprovecha para hacer un empujón o una retirada plenamente conscientes y haz un toque verbal. 

Sigue moviéndote conscientemente si notas que ella siente cada movimiento tuyo. No hagas ni un solo movimiento mecánico o embrutecerás su sensibilidad y retornará al hábito de frotar hasta acabar.


Bueno, vale por hoy, contadme vuestros progresos y si las hay, las dificultades y dudas. Próximamente repertorio de toques de empuje y retirada para acompasar con los anteriores.





Capítulo 10 (y 2) - Ora(l) et Labora: Los Toques Orales en el sexo femenino


En esta segunda entrega del Sexo Oral Cienorgasmológico vamos a hacer una recopilación de los toques orales más eficientes de cara a proporcional la máxima satisfacción a la mujer. Empezaré por volver a recordar que hay que olvidarse de la lengua no porque no deba usarse, sino porque abusar de ella limita la aplicación de otros toques más eficientes. Recuerda también que en todos los toques orales hay que poner intención en lugar de hacerlos mecánicamente: o lo haces con firme consistencia mental del propósito que buscas o le harás cosquillas, le dará la risa y a ti se te bajará la moral y la pilila. También hay otros asuntos que tener en cuenta de capítulos anteriores y que conviene repasar: aquí y aquí.

Una advertencia esencial: ten en cuenta que normalmente a las mujeres les molesta que les toquen el clítoris directamente cuando aún no están muy excitadas. Esto no es una regla general, pues depende de que ya hayas o no conseguido atrapar su mente a voluntad y de que seas o no capaz de aplicar una firme intención en lo que vas a hacer; es decir, que si lo tocas prematuramente por torpeza, la cagaste Burt Lancaster, como dicen los Hombres G (lo siento, no he encontrado el vídeo de la canción); pero si lo haces con la intención concreta de atrapar su mente y con la técnica adecuada, conseguirás rendirla a tu dirección artística.

Que ella escuche tus ronroneos o el sonido húmedo de tu lengua por sus abajos contribuirá a atrapar su mente más eficazmente porque estás produciendo la activación de dos áreas: sensitiva y auditiva. Tampoco hace falta que te pongas a dar un concierto ¿eh? Todo en su justa medida.
Puede ser recomendable empezar por las ingles, incluso por los muslos antes de llegar a ellas para ir cogiendo temperatura, pero cuando consigas dominar la técnica podrás empezar por donde consideres en cada ocasión, en función del momento, la excitación, etc., incluso directamente sobre el clítoris y con una presión fuerte.


TOQUES EN LA VULVA: Se aplican a toda el área genital femenina, fundamentalmente a la parte más externa: los labios mayores.

- El hipopótamo: Se trata de abarcar toda la vulva con la boca. Es un buen toque para empezar porque evitas tocar el clítoris directamente, pero sirve para cualquier momento. Mueve sus gitanales con tu boca como si estuvieses amasando o comiéndote una gran bola de helado blandito, cambia de posiciones.
- El tiburón: Es como el hipopótamo, pero con dientes ;-) No sé si a todas las mujeres les gusta, pero a algunas sí. Que muerdas (¿Te advierto que con control o ya lo has supuesto, Einstein?) cambiando de lugar, transversalmente, longitudinalmente; también en la zona base del clítoris (cogiendo mucho cacho carne, no se te ocurra morderle la pepitilla o te atizará un guantazo) incluso la zona donde se asienta el vello púbico. Puede gustarle mucho, sobre todo si los ánimos anticipan un kiki “fuerte”, de los de macho posesivo y mujer poseída.
- La brisa: Consiste en soplar suavemente. Es una técnica muy útil para los intermedios entre toque y toque o para kikis sensibles (de esos que algunas se empeñan en asimilar al amor). Especialmente útil para refrigerar sin enfriar o para incrementar su sensibilidad. Vale para los labios menores y vagina.
- Pepe Pótamo: Consiste en aplicar hiposoplidos huracanados, fríos (poniendo la boca como para silbar) o cálidos (con la boca abierta, como echándole el aliento). Muy útiles para calentar, para incrementar su sensibilidad a los contrastes y para enfriar, especialmente en verano, cuando tiene la almeja a la marinera de tanto metesaca, o cuando de repente un día pillas el truco a la Cienorgasmología y le metes 100 goles sin casi sacarla mientras ella no da crédito a lo que está pasando. En casos extremos un poco de agua fresca, una lata fría de cocacola (ponerle la lata, no echarle encima la cocacola, animal) o un abanico tampoco vienen mal ;-) Vale también para los labios menores y vagina.
- El ñoño: Consiste en dar suaves besos por toda la zona. Pon intención, o pensará que eres un adolescente primerizo y blandengue agradecido por sus favores y que tu libro favorito es El Principito. Es decir, proyecta “energía mental” activamente, no la absorbas a lo vampiro.
- El zalamero: Aplicar la lengua como si estuvieras dando lenguetadas a una gran piruleta, por donde percibas que tienes que hacerlo.
- El mamón: Lo conseguiremos atrapando con tus labios cualquier parte de o toda la vulva y succionando como si mamáramos. Igual que en el caso del ñoño, ten en cuenta que como se te ocurra volver a la infancia te perderá el respeto para siempre ;-)
- La pedorreta: No te rías, no, jejeje, que va en serio. Se trata de hacerle pedorretas con la boca rozando levemente su piel para hacerle unas agradables cosquillas. Es muy importante mirarla con seguridad al hacerlo (si la postura te lo permite), o creerá que estás haciendo el ganso y se te escapará su mente, incluso puedes levantar la cabeza para ver si su respuesta es la que buscas o la has pifiado. También pueden hacerse más bestias si la ocasión lo permite, por ejemplo si hay risas y tal y cual.
- El jeta: frota toda tu cara contra toda la zona, nariz incluida. Ten cuidado si tienes la barba de tres días dura como un cepillo de alambre o le harás un doloroso peeling que le dejará el territorio escocido un par de días.


TOQUES EN LA VAGINA (Puedes separarle o no los labios mayores)

- El oso hormiguero: Consiste en introducir la lengua en la vagina como hace el plantígrado, pero en lugar de buscar hormigas, tú busca el fondo. No vas a conseguir nada por tener la lengua más larga, lo que está sintiendo la mujer es todo tu morro apretándole la vagina y la vulva, así que mueve la lengua con intención, pero mueve los hocicos también como un cerdo hozando en busca de una trufa.
- El alfarero: Ve metiendo progresivamente la lengua en su agujerito haciendo círculos como si fueses un alfarero haciendo la boca de un vaso de arcilla, o como si fuese tragada por un remolino, desde afuera hacia adentro. La velocidad e intensidad dependen del momento que quieras crear. Puedes ir de fuera adentro y de dentro afuera, pero como siempre, no maquinalmente.
- El puñetero: Pásale largamente la lengua por un lado de la entrada a la vagina, ella pensará que el siguiente lenguetazo irá al mismo sitio, así que haz una pausa y cambia de lado.


TOQUES EN EL CLÍTORIS

- El golosón: aplica toda la lengua, no la punta, a los lados del clítoris, a un lado y al otro, a la raíz y a la parte opuesta. No siempre del mismo lado, no repitas mecánicamente.
- El pornstar o clásico: Ya lo sabes, sacas la lengua y le das caña por donde quieras hacerlo.
- El finolis: Si eres de los exquisitos que sólo quieren lo mejor, descubre el clítoris apartando su prepucio con dos dedos y pásale la lengua suavemente. Si no está muy excitada, a ella le dará un calambre y ella a ti otro guantazo. También puedes aplicar aquí La Brisa.
- El pez grande o pezón: Trátalo como si fuese un pezón, chúpalo como si estuvieses mamando de la teta. Le puedes hacer un orgasmazo increíble sólo con ésta técnica, pero que no sea el primero.
- El desdentao: Muérdelo suavemente protegiendo tus dientes con los labios.

La mayoría de estos toques se pueden combinar con toques digitales libres particularmente introduciendo uno o dos dedos en su vagina para estimular el punto G (no tiene nada que ver con los Hombres G, ¿eh?), que no es otra cosa que parte de la rama que inerva la sínfisis del pubis procedente del mismo nervio (nervio pudendo) que inerva el clítoris (nervio clitorídeo) en la pared anterior de la vagina (¡Tanto misterio y tanta leche, hombre!).

Con este exhaustivo pero no absoluto repertorio podrás hacer maravillas; combina los toques como te parezca que debes hacerlo en cada momento, las intensidades, las pausas, los ritmos... Y en el próximo capítulo veremos ejemplos concretos de conciertos orales.




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¡He descubierto un nuevo toque cienorgasmológico!





Desde mi adolescencia casi siempre he estado en forma físicamente; pero desde el inicio de la pandemia he dejado de ir al gimnasio y llevo ya más de un año entrenando en la terraza de casa con gomas. Lo que empezó con un "a ver si me mantengo en forma" se ha convertido en que me he puesto más fuerte que el vinagre de Jerez. Más que nunca o al menos igual que cuando he estado más fuerte, allá por mis 25 años, y han pasado otros tantos y alguno más. 

Alucino porque —yo que echaba pestes de las gomas— gracias a este entrenamiento obligado por el Sars-Cov-2, y para mi gratísima sorpresa, un día, en plena faena de alcoba, me di cuenta de que podía mantener sin cansarme la pelvis de mi afortunada coprotagonista de juegos en vilo estando ella tumbada boca arriba en la cama, únicamente apoyada en la parte dorsal de su espalda, sus hombros y su cabeza, o sea, con más partes de su cuerpo en el aire que sobre el colchón. 

Ella es una mujer de complexión normal, podríamos decir que entre ectomórfica y mesomórfica, lo que significa que no tiene mucho lastre, lo que me facilitó estos nuevos toques; pero también es cierto que no es la primera vez que lo hago y nunca me había encontrado con esa facilidad para levantarla y moverla como si fuera una pluma sin cansarme nada. 

—¡Anda! Pensé para mis adentros. La sorpresa fue mayúscula en dimensiones y en agrado, y el refuerzo positivo de esos potentes, porque hacía años ya que no descubría algo tan trascendente en el terreno copulativo. Mi orgullo se quedó en el techo de la habitación porque no podía atravesar el forjado de hormigón armado, porque no sólo había constatado experimentalmente lo fuerte que estoy (cuando entrenas mueves las gomas, tu cuerpo u otro peso, pero no sueles mover cosas más cotidianas excepto la compra, así que no tienes muchas más referencias que esas y el volumen de tus músculos) —que para mí es importante— sino que había descubierto, experimentado, disfrutado y hecho disfrutar a tope del nuevo toque.

¡¡¡Soy el puto amo!!!! Entrevistamos al primer graduado en Cienorgasmología

¿O no?



Primera entrevista al también primer practicante avanzado de la Cienorgasmología.
En exclusiva mundial y más, para nuestros queridos lectores,
el relato de su paso de la normalidad a la supranormalidad ¡¡en sólo un mes!!.



P: Háblanos de la postura Cienorgásana. ¿Qué ventajas e inconvenientes tiene a tu juicio respecto a otras posturas?

R: Es una postura que permite una gran amplitud de movimientos caderiles y pélvicos, depende de lo que tu propia pelvis te pida.

¿Inconvenientes? Ciertamente hay que estar en forma porque es una postura bastante más “cansina” (perdónenme la expresión) que cualquier otra al principio.

P: Ya nos has dicho que el sofá ha sido un descubrimiento valioso ¿por qué? ¿Qué ventajas e inconvenientes tiene respecto a otras ubicaciones?

R: En el sofá fue espectacular. En un sofá grande y cómodo como el de mi casa puedes estar en Cienorgásana todo el tiempo, lo cual permite cierto descanso físico ;). Para mí es la mejor ubicación, no le encuentro inconvenientes.

P: ¿Qué es lo que más esfuerzo te cuesta, atrapar tu mente o la suya?

R: La mía, claramente, es más difícil controlarse uno mismo que a ella.

P: ¿Se ha incrementado la duración de vuestros encuentros desde que aplicas técnicas de Cienorgasmología?

R: Por supuesto... bastante más largos

P: ¿La intensidad o duración de tus orgasmos se ha modificado?

R: Sí, algunos son algo más largos e intensos.

P: ¿Has utilizado toques pélvicos? ¿Cuáles?

R: Los he mezclado todos, he usado cada uno en ellos en el momento preciso. Físico-verbal-verbal-pélvico, pero también tu famoso TaAaam....ya me entiendes. Es una imagen que tengo del TAaaam... Asúmelo como una nueva forma de verlo, cada letra grande de la samba va acompañada de un toque, cada letra pequeña por otro. Si combinas uno verbal con un pélvico el resultado puede ser un orgasmo espectacular siendo la" T" el verbal, la "A" unos empujes fuertes, la "a" otro verbal, otra "a" uno caderil más suave.... y así... He asumido tu ciencia de una forma un poco rara, lo sé, pero funciona!.


P: ¿Has utilizado toques verbales? ¿Cuáles?

R: Sí, los que se me iban ocurriendo, siempre en la línea de los tuyos, más menos. Obviamente, no me los iba a estudiar. Los toques verbales salen por sí mismos si conoces la orquesta mental femenina (de cada mujer).

P: ¿Has utilizado toques manuales? ¿Cuáles?

R: Sí, pero ninguno de los que propones. Sobre todo el de masajear el trasero, muy efectivo en tanto en cuanto encuentres el momento adecuado. Al principio pensaba que igual le había hecho daño porque los masajes eran con fuerza, pero, al parecer, ella no lo experimentó como dolor, sino como masaje muscular “relajante” de los glúteos y de los músculos pélvicos. ¿Curioso, verdad?

P: Supongo que has conseguido atrapar su mente y marcar sus ritmos con ellos ¿has percibido claramente que manejas sus orgasmos a tu voluntad?

R: A mi voluntad no exactamente. Pero conseguí tener varios orgasmos a la vez q ella ;). Como ves.... no dejo mi gran orgasmo para el final, como tú, sino que prefiero tener pocos pero con la máxima calidad ;). No exactamente significa que perdí la batuta de mi orquesta en algún momento, es muy difícil autocontrolarse tanto tiempo. Conseguí que muchos de sus orgasmos fuesen a mi voluntad, pero otros no, porque cogió ella la batuta y esos pocos orgasmos fueron bajo su voluntad, no la mía. Por eso es tan difícil la Cienorgasmología, porque es muy difícil dirigir la orquesta si el violín principal va por otro lado. O sea, para que me entiendas, el que ella no haga nada es sumamente difícil.

P: ¿Has conseguido, pretendiéndolo, encadenarle varios orgasmos sin pausa entre ambos? (Aún no hemos hablado de este tema en el Blog)

R: Sí, lo he conseguido pretendiéndolo y sin pretenderlo ;).

P: ¿Has conseguido, pretendiéndolo, alargarle algún orgasmo significativamente más de lo habitual? (Id.)

R: Sí, pero eso ya sabía hacerlo, no necesité ninguno de tus consejos ;). Un Taaaammmmm suavísimo por ejemplo a la vez que una lenta caricia, un toque físico muuuuuy suave. Imagínate que mientras la penetras suavemente le mojas la zona clitorídea y la masajeas con habilidad, por ejemplo, en el mismo momento en que veas a la nena en el clímax, el clítoris está aún más sensible y ese orgasmo potenciado puede ser espectacular. Hay muchas formas de hacerlo, yo lo hago así porque hace de mi novia una máquina del orgasmo, tiembla ella, tiembla la cama, tiembla todo el suelo si hace falta....y no te digo nada si se lo hago mientras la penetro por detrás... considero eso un toque físico para controlar su orgasmo porque es una forma de potenciarlo rápidamente. Haciéndolo así diferentes variedades del TaaaAaMM ese, le encadené 12 orgasmos seguidos, y en esos 12 conseguí un autocontrol increíble, me sentí orgulloso de mi mismo ;;))).




Acompasarte con sus sensaciones en el sexo oral

imageYa hemos comentado alguna vez que la postura del misionero permitió un salto evolutivo enorme a la humanidad, porque puso la semilla de la relativa igualdad entre varones y mujeres. Gracias a la denostada postura, la mujer dejó de ser un mero objeto de la satisfacción sexual masculina vuelta de espaldas a cuatro patas como los animales y pasó a transmitir con sus expresiones faciales aquello que sentía, lo que obligó al varón a tenerla en cuenta precisamente por la imposición de la empatía sobre él, de modo que espejeaba sus expresiones de placer, indiferencia, despiste, dolor, desagrado… Las sentía en sí mismo. La Cienorgasmología, también lo hemos dicho ya, supone el siguiente salto evolutivo, pues obliga al varón a autocontrolarse y dedicarse de lleno al placer de su mujer antes que al suyo.

Los peces de Paulov. (¿Los orgasmos de los peces?)

Ya, ya sé que lo de Pavlov son los perros, no los peces, pero ya sabéis que esto de los titulares tiene su intríngulis. Un titular adecuado puede suscitar la curiosidad del lector y animarle a adentrarse entre los mares de verdanas 10, hipervínculos y demás cachivaches digitales hasta la última línea, y con este cambalache verbal espero haberla suscitado. Bueno, a lo que vamos.

No voy a extenderme para repetir que la Cienorgasmología logra predisponer a la mujer al orgasmo como la campana de Pavlov predisponía a los canes a segregar saliva predigestora incluso sin existir comida a la vista a base de asociar sonido con plato de carne, pero sí lo haré para señalar que la predisposición al orgasmo femenino no requiere tampoco de un entorno “sexual”, cuerpo masculino desnudo, pilila enhiesta o cualesquiera otro de los disparadores habituales de la excitación precursora del orgasmo. 


Una vez establecido el condicionamiento: toque cienorgasmológico = comienzo inminente de la lidia (es que eso de corrida queda muy soez ¿verdad?), cualquier toque que a un experto cienorgasmólogo se le ocurra puede dispararla. Y digo “cualquier” porque nunca habíamos hablado extensamente de la posibilidad de provocar un orgasmo de un minuto de duración únicamente acariciando uno o ambos pezones ¿verdad?. 

Pues ahora ya entenderéis mejor el título del post, sobre todo si os cuento el chiste: - ¿Cuál es el último pez? - El delfín (del-fin, por si no has caído aún) - ¿Y el más grande? - El pezón :-) :) :)




Como suele suceder habitualmente, lo descubrí por causualidad; era el típico día de vacaciones de verano en que ella acababa de quitarse la parte superior del bikini, aún húmedo después del baño, y se había puesto una de esas finas camisolas playeras tan seductoras. No os voy a seguir dando detalles porque esto no es un blog marrano, no vaya a ser que a alguno/a se le caliente la CPU y se nos pire a una web porno... “por no” tener otra cosa mejor que llevarse al coleto (¡Uy qué chiste más malooo!). 

El caso es que, con la sensibilidad a las respuestas de placer femeninas como premisa esencial, uno puede ir ajustando los toques, comprobando que funcionan, hasta que se obre el orgasmo. 

Puede parecer increíble, pero con el simple roce suave de las manos por encima de la ropa, podéis marcar un gol que ni Raúl en los buenos tiempos, aunque también, puestos a experimentar, podemos hacerle otro tanto de campeonato simplemente haciendo suaves círculos con la lengua alrededor de un pezoncillo desnudo. 

Pero ojo, no garantizo que logréis perforar limpiamente la portería contraria si antes no os habéis convertido en pichichis a base de entrenar la Cienorgasmología como campeones.


Respuesta sexual humana y toques femeninos



En primer lugar quiero recalcar que desde los hindúes por lo menos, se sabe que la mujer posee una disposición erótica mucho mayor y su placer en las relaciones sexuales es superior al de los hombres. Pero también es cierto que unos y otras tienen un papel diferente, porque —según el kamasutra— los hombres son los actores mientras que las mujeres son las personas sobre las que se actúa, manteniendo sus naturalezas individuales, claro está. Hasta aquí todo bien, todos estamos de acuerdo ¿no?


Yo voy a jugar con la clasificación de la Respuesta Sexual Humana de unos señores que se dedicaron a estudiar las disfunciones sexuales a eso de 1970, Masters y Johnsons. Según ellos, este proceso se divide en 5 fases en función de los cambios que se producen en el organismo ante un estímulo sexual efectivo:


1ª Fase: De excitación


Es el primer contacto con un estímulo sexual efectivo, empiezan los cambios físicos, la tensión sexual aumenta rápidamente en el tiempo...

Toques femeninos: aparecer con lencería, desnuda esperándolo... aquí puede decirse que actúan los sentidos... sobre todo las vista... pero OJO! Un estímulo intenso sin connotación sexual (ruidos, dolor, luz,...) pueden hacer que se pierda el nivel de tensión logrado y, por tanto, interrumpir o abortar el proceso. Aquí también incluyo ver juntos fotos eróticas, ver porno, pero también... los mordiscos, los abrazos, los besos en las zonas estratégicas (de cada uno), los mimos.... todo ese universo erótico que puede haber en una pareja ;).


2ª Fase: Meseta


Aquí la tensión sexual no suele aumentar mucho más, se producen la mayoría de los cambios fisiológicos en un proceso que se hace llamar "maduración hacia el orgasmo", dado que su intensidad y grado de satisfacción dependen en gran parte de esta fase.

Toques femeninos: En esta fase yo clasificaría la felación y que nos chupen el chocho, pero no estoy segura. Más que nada es como una preparación para el orgasmo, nosotras nos lubricamos y en ellos empiezan a revolverse los espermatozoides, por así decirlo...;)


3ª Fase: Orgásmica


Constituye la liberación brusca de un alto grado de tensión sexual. Su duración es de las menos variables en la Respuesta Sexual Humana de M&J, entre 3 y 10 segundos. Suele ser algo más prolongado en la mujer que en el hombre. En esta fase es cuando se produce la eyaculación en el hombre. Aquí es donde supongo yo q se deben aplicar los toques del maestro para el autocontrol para q el hombre no libere tanta tensión sexual y la mujer sí.

¿Toques femeninos aquí? Eso sería a debatir. Yo desde luego creo que si con mi cara de felicidad les vale eso ya se considera un toque ¿no?




4ª Fase: Resolución


Sigue inmediatamente al orgasmo con una pérdida rápida de la tensión sexual. Los cambios fisiológicos antes acontecidos empiezan a desaparecer, siempre en orden inverso a su presentación. Por ejemplo, si el rubor facial aparece al final de la fase de meseta, desaparecerá pronto en la resolución. En esta fase femenina Maestro aún se autocontrola como un campeón, es decir, sospecho que anda en la fase de meseta hasta que las mujeres ya pasamos por todas las fases esas cien veces que presume ;)).


En el caso del Maestro, tengo entendido que le vale con nuestra cara. Bueno, pues en su cara de demonio que dicen que pone, nosotras nos cercioraremos de que mire bien a una bruja muy mala, o pondremos la cara que a él le gusta. Pero siempre a los ojos (si es que se puede). En el caso de que sea a la inversa, que tengamos nosotras que aumentar de nuevo la tensión sexual un toque ideal de la muerte es alejarse para volver a acercarse sensualmente, hacer un striptis de esos, cambiar de postura... no sé, lo que se os ocurra; chicas, como si os coge en brazos y acabáis en los sitios más insospechados haciéndolo... hay miles de toques... pero la intensidad depende del cansancio de la otra persona.


5ª Fase: Período refractario


Es el período de tiempo durante el cual la presencia de un estímulo efectivo no puede iniciar un nuevo ciclo de respuesta sexual. Su duración es extremadamente variable, pero en la mujer NO EXISTE. Esto no quiere decir que la mayoría de las respuestas orgásmicas femeninas contengan más de una experiencia orgásmica sino que fisiológicamente es posible ;)). En esta fase pueden venir las risas, el buen humor, el hablar de guarradas, tipo fantasías sexuales... una cosa lleva a la otra y tal....

Es la fase en la que los hombres dicen "mmmm, ya toy" y las mujeres decimos a veces "¿Yaaaaaaa?" y tonces tenemos que introducir algunos toques verbales del tipo "Machote, sigue sigue sigue, no pares.... etc., etc., etc.".

¿Que no son efectivos? bueno, paramos, les hacemos ver que los dejamos descansar y cuando menos se lo esperan..... ¡ZACA! !!Ropa interior nueva, postura nueva, batuta femenina al podeeeeeeeeeeer!!


Bien, yo lo dejo aquí. Mis amigas con esto y con el libro de la Tracey Cox, son felices, además si no se les ocurre a ellas algo nuevo se me ocurre a mí. La Cox lo que propone son ideas sencillas, pero también importantes, como lo de ver pelis eróticas, fotos, leer libros sexys... y lo de las diferentes formas de chupar está genial eh? (no pienso publicarlo aquí, os compráis el libro).


Mujeres!! Más toques y escribimos otro libro ;)



Nota del editor: Yo no he intervenido en este post excepto en la corrección ortográfica y algo en el estilo. Como se suele decir, no me hago responsable de las opiniones expresadas por los colaboradores de este Blog; así que los comentarios, a su autora, nuestra querida Traserete ;-)



Cuélate por la puerta de atrás. Introducción al sexo anal (y 2)

FASE III

Ya estamos en el punto en que dejamos el capítulo anterior. ¿Listos? Pues vamos allá:

· En la cama, después de unos cuantos orgasmos −pero no suficientes para que esté satisfecha− pide a tu churri que se tumbe en la cama de costado, y tú túmbate detrás de forma que tu mano dominante quede libre (si eres diestro os acostáis sobre el lado izquierdo); es la postura idónea porque ella está totalmente relajada. Aplícate aceite de almendras de Mercadona (mira el análisis de los lubricantes sexuales aquí) por todo el invento y ponle a ella un poquito.

· Hazle unas cosquillitas con el dedo e introdúcelo con cuidado, haciendo pequeños círculos con el fin de relajárselo un poco. (Este paso puede omitirse y pasar al siguiente directamente)

· Cógete el aparato con una mano, coloca la punta −la punta es la punta, ansioso, un centímetro máximo− en el agujerito y hazle caricias suaves; como el glande es blandito, esto no le puede doler. Haz como que entras pero sin entrar, sólo asoma la puntita de la puntita. ¿No le molesta? Seguro que no. Refuerza con algún toque verbal como: “bien”, “mmm”, o cualquier otro toque para atrapar su mente. Aquí mentirle un poco suele funcionar, así que puedes susurrarle “te quiero”, jejeje; si lo haces de forma que sienta tu aliento en su nuca o su espalda, mejor. Puedes soltar alguna vez la mano y tocarle el clítoris o el chirri entero para mantener en lo posible algo de excitación.

· Si no le molesta y a ti no se te ha puesto floja como una lechuga pasada, aprovecha para seguir avanzando antes de que se te escape su mente. Mete despacito el glande −¡sólo he dicho el glande!− mientras con la mano (o los dedos si no eres un XL o XXL) sigues haciendo pequeños círculos con el glande que vayan relajando y estirando suavemente los músculos de sus esfínteres anales. Pon, como siempre, intención. ¿Bien? Siguiente paso.



· Sácala del todo, dedícate unos minutos (entre 2 y 5 normalmente) a comprobar que todo va bien, anímala y refuerza positivamente su actitud y paciencia con alguna que otra caricia y abrazo. Durante este periodo se relajará, se olvidará de cualquier molestia, pero sus esfínteres se habrán quedado más relajados que al principio.

· Cuando sientas −o si se lo preguntas te lo confirma− que ya está relajada, toca el segundo tramo. Si tus dimensiones son medias altas (16-17 cm) introduce gradual y lentamente el segundo cuarto de la cola (16/4 = 4cm.) Es una zona más dura, por lo que tendrás que tener mucho cuidado y continuar haciendo círculos con la mano a medida que vas penetrando.



· Ahora probablemente le duela, así que sal y vuelve a dejar unos minutos que se relaje mientras le haces carantoñas. Si no le duele, te recomiendo también que salgas, es mejor pecar por exceso de cuidado. Si notas que la lubricación flojea, aplica más aceite.

· Vuelve a entrar lentamente hasta el tercer tercio; ahora seguramente necesitarás poner la mano aproximadamente como se hace para señalar un Ok en buceo, para poder hacer los círculos relajantes con el cachirulo.

· Vuelve a salir. En la mayor parte de las ocasiones ya no es necesario salir, porque ya le apetece sentir su culete lleno de ti, pero si notas que necesita un descanso, salte otra vez despacito.

· Bueno, el resto ya lo sabes, podrás meterla hasta la empuñadura si lo has hecho bien... pero no te entusiasmes, lo más probable es que aún esté algo dolorida, así que olvídate de darle al asunto. Aprovecha que estás muy pegado a ella para abrazarla, charlar un poco, moverte muyyyy suavecito un centímetro arriba y abajo. ¡Y nada más por hoy! Mañana todo irá un poco mejor y pasado mucho mejor, así que tómatelo con calma, que el asunto lo merece. Imagina que es un entrenamiento de flexibilidad de su culo, de modo que sólo cuando esté preparado podrás usarlo para disfrutar y hacerla disfrutar.


Pues ya está. Si tienes suerte y lo haces suficientemente bien puedes acortar significativamente el proceso, incluso hacerle unos orgasmos anales el primer día; si no, tranquilo, que hay más días que longanizas.


Advertencia: Si le haces daño, en cualquier punto del proceso puedes aplicarle un masaje enérgico con la palma de la mano en el área perianal. Enérgico pero no rápido (estimulante), sino amplio, profundo y lento (relajante), porque se trata de relajar cualquier espasmo de alarma que se haya producido como reacción a la penetración.

Otra advertencia: No dejéis de leer este capítulo introductorio antes de meteros en puertas extrañas.