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Soy un adicto a las almejas. Ejemplo de encadenamiento de orgasmos orales

Vascongadas, EspañaRecuerdo que hace unos diez años, un antiguo compañero de trabajo que rondaba la cuarentena, me sorprendió un día con una frase que no podía creer. Me perdonarán la chabacana expresión, pero es literal. Me dijo: “A mí no me gusta comer coños”. Desde ese día lo he pensado muchas veces, y he seguido sin creerme que hubiese gente con tan mal gusto como el pollo aquél. Pero tiene que haber de todo en la Viña de El Señor, un ejemplo de cada una de las posibilidades, quizá en su caso debido a una educación rígida, propia de un padre militar de baja graduación.

Acompasarte con sus sensaciones en el sexo oral

imageYa hemos comentado alguna vez que la postura del misionero permitió un salto evolutivo enorme a la humanidad, porque puso la semilla de la relativa igualdad entre varones y mujeres. Gracias a la denostada postura, la mujer dejó de ser un mero objeto de la satisfacción sexual masculina vuelta de espaldas a cuatro patas como los animales y pasó a transmitir con sus expresiones faciales aquello que sentía, lo que obligó al varón a tenerla en cuenta precisamente por la imposición de la empatía sobre él, de modo que espejeaba sus expresiones de placer, indiferencia, despiste, dolor, desagrado… Las sentía en sí mismo. La Cienorgasmología, también lo hemos dicho ya, supone el siguiente salto evolutivo, pues obliga al varón a autocontrolarse y dedicarse de lleno al placer de su mujer antes que al suyo.

Capítulo 10 - Ora(l) et Labora: Introducción al sexo oral cienorgasmológico.

Iba a decir que para no herir la sutil sensibilidad de los sesólogos en este capítulo, voy a hablar del cunnilingus, pero haciendo caso de sus exhortos a la corrección lingüística, resulta imposible. ¿Por qué?

Porque si cunnilingus significa enredar en el conejo ;-) (cunni) con la lengua (lingus), no estoy siendo preciso. ¿Que cómo es eso?

Pues muy sencillo, porque centrarse en enredar en tan delicioso recoveco femenino con el paquete muscular lingual es tan limitante de cara a la satisfacción como concebir la sexualidad sin la Cienorgasmología. En otras palabras, que si te crees que vas a hacer maravillas en tu mujer utilizando tu lengua, vas aviado. Harás cosas más o menos buenas, pero en ningún caso podrás acercarte a la perfección cualitativa y cuantitativa que propicia la Cienorgasmología. El concepto sexo oral es bastante más adecuado, pero está igualmente teñido de excesos lingüísticos por el erróneo cunnilingus.