La cosa es: ¡Palo al cura que es de goma!. Hasta que hable latín. Por eso el PSOE se permite afirmar que el Vaticano tiene “licencia para matar”.
Lo que pasa es que la campaña resulta un tanto asimétrica. Los casos de pederastia existentes en la Iglesia son infinitamente inferiores a los que existen en el colectivo de maestros, por ejemplo. Pero eso nunca se dice. Y el problema no está en el celibato. Hay muchos más casos de pedofilia en personal laico que en sacerdotes célibes.
Recientemente la prensa europea destapó el caso de abusos en un colegio regentado por la UNESCO. El asunto se ha callado. ¿Por qué no se reclaman responsabilidades a la ONU?.
Más: no hay una sola operación de cascos azules que no se salde con un escándalo sexual. Ni una. Y no hemos escuchado ni una sola crítica de su boca a la ONU, ni a UNICEF, ni a los Cascos Azules.
¿Por qué? Primero porque se ha ‘santificado’ la ONU mientras se ‘demoniza’ el Vaticano. Y porque -razonablemente- los abusos son particulares, no generales. ¿Por qué no se aplica el mismo criterio sobre la Iglesia? No, no se busca racionalidad, se aplica ‘cristofobia’. No hay nada más.